viernes, 20 de abril de 2012

Historia de un tobogán

Soy una de esas 25 personas que optan a una única plaza. 24 nos quedaremos fuera, comprobando, una vez más, que lo que somos y el camino que hemos recorrido hasta ahora es insuficiente para conseguir un trabajo durante 6 puñeteros meses. No pedimos demasiado, nos conformamos con esos 6 meses de trabajo. Después, de verdad, que no insistiremos, que miraremos hacia otra parte y buscaremos suerte donde nos corresponda y allá donde el destino nos lleve.
Han cambiado muchas cosas en muy poco tiempo, tanto tanto que muchos empiezan a olvidarse de lo esencial, de principios básicos y fundamentales que deberían ser nuestros nombre y apellidos. Nos han enlatado en este tobogán sin final, del que no podemos escapar y en el que no podemos medir la velocidad de caída. La caída llega a ser tan dolorosa  y violenta que muchos caen desnudos, desprovistos de la mínima protección, sin el más mínimo atisbo de esperanza y engañados como bobos.
Nos dijeron (o les dijeron) que esta atracción de feria barata nos haría recuperar la sonrisa y los sueños que empezaban a desdibujarse ya en el año 2010, pero ha resultado ser la mayor de las patrañas. Ahora parece que no hay vuelta atrás, la atracción dura más de lo debido. Pareciese que se han olvidado de nosotros. pareciese o pareciera, había parecido, ha parecido, pareció, parecía, parecerá, parecería y, finalmente, parece, en presente, porque así es. 
Pero hoy mi queja no se quedará en lo personal, en absoluto, mi queja se solidariza con todos mis compañeros de filología y con todas aquellas personas, que desde hace meses, veían venir como el Gobierno actual acabaría con sus ilusiones y con una de las pocas opciones que "hoy día tenemos". Las oposiciones han caído hoy 20 de Abril de 2012, ante uno más de los 500.000 hachazos del Gobierno actual. Han caído 33.000 cabezas con sus respectivos meses de estudio, sus inversiones en preparación en academias, el pago de diversos cursos para conseguir puntos y, por supuesto, con sus temarios dobles.
Al menos, han dedicado su tiempo y esfuerzo a estudiar. 
Ojalá que los que se dedican a recortar y a acabar con la libertad de expresión (demencial lo que quieren hacer con la televisión pública), tuviesen la osadía de nutrir esas mentes, llenas de serrín y del dinero que, poco a poco, han ido recaudando con sus coleguitas banqueros, y sentarse a estudiar. Pero claro, es más importante concentrar todos los esfuerzos en colocarnos las cadenas en pies y manos para que caigamos a mayor velocidad por el eterno tobogán.

2 comentarios:

  1. El gobierno ha encontrado la forma de subnormalizar a una generación preparadísima…recorte brutal en educación, recorte en las becas y ahora suben un 60% las tasas universitarias. Quieren poner a los estudiantes en la calle y lo conseguirán.

    Un beso.
    Pepe Gonce

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  2. Te releo y te doy las gracias.
    Esta vida es así y lo peor es que, ante la falta de provisiones, nos cargamos de miedo y aceptamos. Yo acepté y ahora vago por la incertidumbre de un futuro lejano...
    Nosésermásvaliente.

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